Laguito, laguito, laguito mío...

Durante este caluroso mes de Mayo, nuestro día a día como estudiantes de Erasmus ha dado un cambio considerable. Y es que después de tanto estudiar y de este duro invierno, nos merecíamos unas vacaciones, no?

Como ya comentamos en anteriores entradas, el tiempo en Finlandia ha cambiado mucho. Las temperaturas han subido una barbaridad (como diría mi madre), y la gente está radiante, feliz y desesperada por broncearse un poco. En los bancos de los parques, en las terrazas de los bares, en el césped... podemos ver individuos blancos nucleares tomando el solecito acompañados de una cerveza o un helado. Entre esos individuos blancos nucleares nos encontramos nosotros, a quienes tampoco les ha dado mucho el sol este invierno...

Últimamente, pocas cosas teníamos que hacer. Muchos de nosotros terminamos las clases a principios de mes, y como ya no quedaba mucho dinero para viajar e ir de un sitio a otro, lo único que se podía hacer era quedarse en el barrio y disfrutar de sus instalaciones.

Con las griegas haciendo un picnic

Nuestro día a día en Jyväskylä se resume en bañitos en el lago, helaitos en el lago y picnics en el césped del lago. Jueves, levantarse tarde e ir al lago. Viernes, levantarse un poco más tarde e ir al lago. Sábado, levantarse al medio día e ir al lago. Y así sucesivamente con todos los días de la semana.
La verdad es que puede resultar un poco aburrido... pero que queréis, si no hay otra cosa que hacer!

Ahhhh! Sí que hay otra cosa que hacer! Si quieres verlo haz click aquí. La última fiesta del Edificio M (en las escenas donde el cielo está claro, no eran las 7 de la tarde, sino las 4 de la mañana...)

Supongo que ahora entenderéis porque no queremos volver a casa...!